y sensualidad, cuyo mayor logro es atraer y repeler al mismo tiempo. Esta amalgama de emociones contradictorias sitúa la obra en un territorio aparte e indica que el artista ha logrado crear un nicho que es enteramente propio, donde el trabajo es poderoso y resonante, sin conformarse nunca con la fría pasividad de las formas puras minimalistas.
Podríamos decir, entonces, que Tom Bell ha llevado este movimiento hacia delante en sus propios términos.
Tom Bell ha expuesto en el Reino Unido, España, Alemania, Australia y los Estados Unidos. Su obra se incluye en la colección pública del Reina Sofía, Madrid; the National Gallery, South Australia; Hamburger Kunsthalle, Alemania; JP Morgan Chase, Nueva York y el Agnes Gund Collection, Nueva York. También se encuentra en colecciones privadas en Londres, Milán, Madrid, París, Estocolmo, Sydney, Hamburgo, Liechenstein, Nueva York, Los Angeles y Beijing.