Macaparana tomó su nombre del pueblo de Pernambuco, Brasil, donde nació, en 1952, como José Souza Oliveira Filho. Pintor y escultor autodidacta, realizó su primera exposición individual en Recife en el año 1970. Desde 1973 vive y trabaja en San Pablo.
La sofisticación visual de la obra de Macaparana parece enfrentada al hecho de que este artista brasileño es autodidacta. El artista nació en el seno de una familia donde el taller de costura de su padre fue su centro de juego. Las reglas, moldes, tizas de colores, agujas e hilos fueron los elementos que guiaron la construcción de su mundo y contribuyeron a modelar su mirada.
Toda mi obra es una consecuencia, un recuerdo de mi infancia, del contacto con todo ese universo, comenta el artista.
Su obra permite verificar que el artista está interesado en la música. La música es para el muy cautivante, no podría trabajar sin ella, nos cuenta. Toda su obra es una búsqueda por establecer profundos vínculos con la música. Su trabajo posee una refinada e intima conexión con lo geométrico que esta ligado a las matemáticas, a la armonía de formas y al equilibrio. Una relación musical importante para el artista porque guarda una correspondencia muy fuerte con la música. La geometría, los colores, la forma, todo es música; entrar en ese universo es una sensación muy viva. Es muy importante para nosotros el contacto con la geometría indígena y la geometría popular ; la geometría es algo muy fuerte, forma parte de tu vida.